02 septiembre, 2010

En busca del tesoro


Arranco mi aventura sin ataduras.
Hacia ningún lugar.
Me desprendo de todas mis molduras.
Hacia cualquier lugar.

Lo natural sería seguir.
Lo normal sería parar.
Lo absurdo sería huir.
Lo extraño sería renunciar.
Lo eficaz sería insistir.
Lo insignificante sería callar.

Sigo, sin parar. Huyo, sin renunciar. Insisto, sin callar...

Nunca sabré en qué lugar estoy.
Nunca sabré mi nombre.
Siempre iré corriendo.
Siempre estaré perdido.

¿Hasta cuándo?
Hasta que tú me sigas, sin parar.
Hasta que tú huyas, sin renunciar.
Hasta que tú insistas, sin callar.

(sin más)


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