16 diciembre, 2008

En tanto y en cuanto


Tengo tanto que escribir.
Tanto que escuchar.
Escuchar lo que dice tu boca.
Tu boca que me evapora.
Me evapora sin calentar,
con calor de otro lugar.


La calle desprende olores.
Olores de pecado.
Pecado ingravitto fosforescente...
Fosforescente de luz y pisadas.
Pisadas tuyas.
Tuyas y de nadie más.


Tengo tanto que contar.
Tanto que sentir.
Sentir que te siento...
Sentir que te entiendo...
Te entiendo sintiendo lo que dices.
Lo que dices abre cerraduras.
Cerraduras de ignorancia.


El sonido del aire es tuyo.
Tuyo como la ceguera es al Sol.
Ese Sol capaz de dártelo todo y
capaz de quitarte todo...
Como tú.
Como tú cuando no apareces.

29 noviembre, 2008

Quiero y podré. Sí.


Quiero sentir...como sólo yo podría.
Quiero sentir improvisando movimientos,
al ritmo que marca mi cuerpo,
quiero recuperarme a mi mismo,
ser el mismo tio todos los días...
necesito salvarme.


Estoy cansado de sentimientos frágiles,
harto de buscar lo que no encuentro.
Necesito reconciliarme como sólo yo podría.
estoy cansado de urgarme mis heridas
y de mirar para adelante sin ver nada...
¡Basta!


Necesito respirar el aire puro
que me arranque todas las impurezas
y poder reir sin ser una marioneta...
Necesito localizarme en el mapa
y sólo yo podría hacerlo.


Una vez haga esto, volveré a ser yo.
Estoy tan fuera de mí...y a nadie parece importarle.
Quiero...y podré.
Sí.
Aunque me cueste la vida...

03 octubre, 2008

El cartero y la carta


La parca puede venir cualquier día disfrazada de cartero,
se transporta en el aire de la incertidumbre certera.
Te avisa de repente...se acerca a tu buzón sigilósamente,
echa la carta con destinatario de un cualquiera...
Eso no importa demasiado, ni aquí ni allí.


Abres el buzón de la sorpresa y te sorprende,
estando solo, tú y la carta...
enfrentados en un duelo del destino fugaz
que cualquiera de nosotros tiene,
maquilla el tiempo y lo endulza de vez en cuando,
nutre sus segundos de letras bonitas
y siempre utiliza puntos suspensivos
hasta que llega la última frase,
la cual no queremos leer nunca, porque todos
sabemos lo que dice, palabras prohibidas
que se leen una vez en la vida.


Te levantas por la mañana con los rayos todavía de las farolas,
te escaqueas a poco de ir al buzón, te distraes
y niegas la evidencia y obviando lo natural.
A veces da que pensar...pensar en el cambio de las mareas,
observas la ligereza del aire que respiras,
sientes el suelo con gravedad metálica y áurea
y escuchas el sonido con el pabellón de la caracola de mar,
ese mar tan intenso, grande, brutal, incipiente, con mensaje,
con esencia de cartero. Ese cartero que te empuja a nadar
por las aceras, esa carta que evitas salpicar con un charco
para que no puedan echarte la culpa y así no encontrarte con ella.


Siempre sabes que existe esa carta, pero se olvida.
Te crees que no te va a venir nunca porque no te conoce,
cualquier día puede llegarte con la comida encima de la mesa.
Te puede dejar fría la sentencia de vivir, usa la fuerza de las palabras
que son más que palabras. Esas palabras sin norma. Sin leyes.


En este momento he recordado lo que era esa carta.
Espero no verla en mucho tiempo, la vi una vez de lejos y hoy un poco más de cerca,
por curiosear un buzón...
Esa carta está sellada con saliva de ausencia y se abre muy fácilmente,
casi sin querer...con el mismo sello para todo el planeta
y el código postal innombrable de un lugar extraño e implacable.


Prometo cuando vea a un cartero, echarlo del buzón a patadas.
Ni siquiera le invitaré a una cerveza.
Prometo vivir sin obviar la carta que algún día llegará,
hasta entonces...respirar, correr, reir, tentar...miles de verbos elegantes.
Peligro de vida, por eso hay que vivirla. Hay demasiado en juego como para no jugar.
Jugar hasta ganarle al cartero con un repóker intratable,
sin que pueda dar lugar a trampas ni abrecartas tempraneros y expresses,
que no son bienvenidos. El cartero, la carta y el abrecartas se pueden quedar en su casa,
esa casa que está al lado de la nuestra, siendo el vecino oculto que aparece
en el momento que le viene en gana para llamar a tu puerta y
pedirte un poquito de sal...por lo que hay que darle un pocazo de pimienta.

11 septiembre, 2008

Mirada


La mirada que me habla es la tuya.
La mirada que me dice es la tuya...


Es aquella que deja impasivo,
la que busco y nunca esquivo.


Tu mirada susurra frases
imposibles de atrapar
que vienen y se van.
Tu mirada murmura versos
que ya quisiera saber dónde van...


La mirada que me reta es la tuya.
La mirada que me puede es tuya.


Juegas con la belleza
en un cara a cara
que siempre vas a ganar.
No haces trampas
y si las haces,
es para no destronarla.
También me cuentan
que muchos días alegras
a la Vida con tu sonrisa...


Tu mirada aparece y desaparece a tu antojo,
como si fuera cuestión de magia.
Tu mirada enseña
a querer buscar magia donde está oculta...
incluso donde no la hay.


¿Entonces dónde va lo que dice tu mirada?
¿Dónde va todo lo que mueve tu mirada?
A cualquier lado...excepto al olvido.

19 agosto, 2008

Con todo y contigo


Con todo y contigo, olvido lo que te digo…
Persigo y consigo todo lo que no te digo.
Con todo y contigo no sé ni lo que digo…
Con todo y contigo me pierdo y no sé ni lo que escribo.
Maldigo todo cuando digo que te olvido,
Bendigo contigo todo cuando me pierdo y no me sigo…


Con todo y contigo miro y miro todo lo que no escribo…
Con todo y contigo contradigo lo que consigo cuando no estoy contigo.
Describo el olvido cuando respiro sin que tú veas que vivo…
Con todo y contigo he cogido gotas y gotas de sentimiento,
metidas en un cántaro, el cual esquivo y no lo consigo…


Con todo y contigo difumino lo que escribo porque olvido lo que persigo.
Con todo, contigo…contigo todo, todo, tú…
Escribo lo que consigo y persigo, pierdo lo que bendigo y maldigo lo que juega conmigo.
Contigo miro y miro, y contradigo lo que olvido…
Huyo del aire que respiro cuando todo lo describo, si no estás conmigo.
Con todo y contigo, escribo lo que te digo, digo lo que persigo…y…¿lo consigo?

Metáfora intra-pro-vital


¿Te digo: "te quiero"?
Si no te lo digo,
es porque no quiero
perder lo que tengo,
contigo, que pensándolo...
es nada. Para mí, todo.


Todo es un cuento.
O una pesadilla.
Pensándolo...
Mejor no te lo digo.
"¿No te quiero?"
Creo que me ahoga demasiado,
la maldita corbata,
la dichosa enterez.


Cúmulo de blancos y negros
en mi cabeza,
pintura vulcana, don de la
Naturaleza.
¿Te quiero?
Te quiero.
Pero, pensándolo...te lo diré.
¿O no? Si.


Incertidumbre. Alegría.
¿Miedo? No.
Pudor, delicadeza.
¡Terremoto!


Así es la vida cuando pienso...
que pensándolo...creo que...
te quiero.

30 julio, 2008

Huir escapado


No deseo vivir en mí.
Quiero escapar.
Desde aquel día que te conocí.
Mis sueños se convierten
en aullidos sin dueño ni eco.


El fuego de mi vela me quema,
cada día más.
Todos los días, todas las noches.
Todos los amaneceres. Todos los atardeceres.


Solloza mi piel antes de que la toques,
si la tocas.


Mi corazón no sabe parar de rotar...
remueve cada célula.
Desde la primera hasta la penúltima.
Tu culpa.


Todo en mí busca la fuga.
Y sólo tú sabes el camino.


Veo paisajes en mis manos,
si las tocas tú.


Acostumbro a comer pólvora,
si no te veo aparecer.
Quizás para que el estallido sea brutal.
Estallido de Luna y Judas.


Me veo en un torrente de sensaciones
y me voy chocando con todo lo que encuentro.
Así nací.


Todo en mí busca mi fuga, contigo.
Sólo tú sabes el camino.
Yo si lo supe lo olvidé...
Llévame contigo, poesía...
o lo que seas.

14 junio, 2008

Pasión, por Martia

Me hundo en un abismo
de pasión desbocada,
y esa pasión me derrumba
en las sienes,
y esa pasión se me clava
en el Alma.
Como cubre el rocío
el valle o la montaña,
quiero cubrir tu cuerpo
con mi cuerpo,
quiero apagar tus ansias
con mis ansias.
Cual viento desbocado
que destruye y arrasa,
te arrancaré del Alma
los tormentos
y destruiré las penas
que te matan.
Soy condenado al fuego
de una boca que abrasa,
y en esa boca pongo yo mi boca,
y en ese fuego
quemo yo, mis entrañas.

13 junio, 2008

Te seguiré Queriendo, por Charo, una amiga de Martia.

Cuando caigan las hojas
ya sin vida
del árbol del AMOR
y del recuerdo,
cuando caigan vencidas
por el viento,
te seguiré Queriendo.
Cuando sequen las lágrimas
en mis cuencas
y mis ojos sin vida
estén abiertos,
te seguiré Queriendo.
Cuando vuelvas despacio
a los caminos
que antaño mil flores
sostuvieron,
cuando vuelvas
y encuentres que están secos,
te seguiré Queriendo.
Cuando llores de AMOR,
deseperado,
cuando quieras de mí
los pensamientos,
cuando mueras viviendo
de un recuerdo,
te seguiré Queriendo.
Cuando sientas tus manos
yertas, frías,
cuando el barro
cubriendo esté tus huesos,
te seguiré Queriendo.
Cuando creas que estás sólo,
que ya has muerto,
cuando creas que nadie
te recuerda,
cuando vivas reinando
en otros cielos,
baja los ojos a la tierra,
si estoy aquí,
¡ TE SEGUIRÉ QUERIENDO!

11 abril, 2008

Buscándote...o búscame...



Quiero escribirte con...sin...para...por...y al final no te escribo (¿te escribiré?.
Necesito hablarte con...sin...para...por...y al final no te hablo (¿te hablaré?).
Ansío escucharte con...sin...para...por...y todavía no te he escuchado (¿te escucharé?).
Caminaré pisando fuerte y lentamente buscando tus indicios,
bailaré la música que deja tu presencia, para que me veas,
pintaré con la tiza que dejaste en el suelo, jugaré y la volveré a dejar,
y sonreiré cuando vea que escuchaste mis pasos,
reiré cuando bailes con la gente a la que he contagiado...
y alucinaré cuando recojas tu tiza prohibida del suelo y te la quedes...
Pero...¿dónde me he dejado las demás letras que quería escribirte?
¿Dónde han escapado las palabras de mi boca...?
¿A dónde han ido los sonidos?
Se han perdido en el aire...letras, palabras, sonidos...
en ese aire que tú respiras, en ese aire que tú acaricias...
en ese aire que quiero sentir en mí... (¿lo sentiré?).

03 enero, 2008

Rebeldía por ti


Sálvame de mí mismo,
de mi soledad austera,
caprichosa y desdichada,
no me dejes caer al abismo.

Cúrame las lágrimas del alma,
lágrimas de fuego
que incendian mi ser
y sueñan con el mar.

Hazme creer en lo finito,
en que todo sea palpable,
sin ideas abstractas
ni lugares imaginados.

Quizás te pida mucho.
Sólo pido tu beso.

Alíviame de mi mente,
mente extasiada y ambiciosa,
vuélveme liviano por momentos,
déjame caminar en ti.

Enséñame tu locura
que yo estoy harto de la mía,
muéstrame tus pasos
que los míos ya han tropezado.

Ábreme tu ventana
y entraré volando
con el corazón en el pico,
para que entre primero…

Quizás te pida mucho.
Sólo pido tu beso.

01 enero, 2008

A Triana, por Anabel Delgado Rangel



La calleja abierta,
la noche oscura,
una guitarra en medio de la placita
y unas voces cantando por soleares.

Me adentro en mi mundo,
en mi lugar,
en esa noche de luna clara
donde el ritmo seduce a la más
bella de las criaturas,
donde un oléé o un ejéé
se convierten en todo un arte.

Donde el sol no calienta,
sino que quema.
En aquel rinconcito
donde la gente se para
solamente a contemplar
un precioso puente
de una hermosa ciudad
y donde escriben sus mejores versos
los músicos de toda la humanidad.

Mis sueños
se pierden por esas callejas,
me llevan a sitios recónditos
y mi alma ya no vuelve a formar parte de mí,
quiere quedarse allí
y nunca más volver a salir.