1
Todo nació tal día como hoy. Todo era tan frío.
En un milisegundo todo cambió.
Percatarme de tu gesto, tu impactante gesto...
En un milisegundo todo cambió.
Percatarme de tu gesto, tu impactante gesto...
Mis sueños recibieron el impulso adecuado.
Tu increíble meteorito ardiente gravitó muy muy cerca
y provocó que todo en mí se moviera...
Tu increíble meteorito ardiente gravitó muy muy cerca
y provocó que todo en mí se moviera...
2
No creo.En migas de pan.
No creo.
En vino derramado.
No creo.
En aire contaminado.
No creo.
En tu yo charlatán.
Creo en tu latir. Pausado. Acelerado.
Incisivo.
3
Necesito que me arda el pecho a verdades.
A verdades como manivelas que giran sin parar.
Que giren con rabia y sin compasión.
Y que esa rabia me haga inventar sonidos nuevos.
Sonidos que colapsen mi mente, mis pasos y mis manos.
Que todo lo invisible se haga visible...aunque sea a ratos.
4
¿No te pasa que quieres decir tanto que siempre quieres un rato más, aunque sean segundos y luego, quieras otros pocos más...sin querer que escapen sin tocarlos?
5
El eco del eco de tu voz retumba en los edificios de Sevilla, entran como eco en mi cuarto y mis oídos lo amplifican, dando nitidez a tu voz...tan tuya.
6
Estoy atado a tu forma de reirte...y estando tan lejos me aprieta.
Quizás no respiro si no noto que te siento.
Todo lo que quiero es unirme a ti...para escapar juntos, a la vez.
7
Encontré mi sitio. El sitio a veces te rodea. Cuando lo miras, está a tu espalda.
Hoy me siento capaz...y lo veo.
8
Perdí mi virginidad entre miradas ajenas, que murmuran con sus ojos la tensión de rehenes inconscientes en un ambiente escaso de imaginación.
9
La vi pasar tranquilamente por aquella calle.
Ni me importó, yo ya había pasado página en la acera contraria.
Quizás no respiro si no noto que te siento.
Todo lo que quiero es unirme a ti...para escapar juntos, a la vez.
7
Encontré mi sitio. El sitio a veces te rodea. Cuando lo miras, está a tu espalda.
Hoy me siento capaz...y lo veo.
8
Perdí mi virginidad entre miradas ajenas, que murmuran con sus ojos la tensión de rehenes inconscientes en un ambiente escaso de imaginación.
9
La vi pasar tranquilamente por aquella calle.
Ni me importó, yo ya había pasado página en la acera contraria.