16 diciembre, 2008

En tanto y en cuanto


Tengo tanto que escribir.
Tanto que escuchar.
Escuchar lo que dice tu boca.
Tu boca que me evapora.
Me evapora sin calentar,
con calor de otro lugar.


La calle desprende olores.
Olores de pecado.
Pecado ingravitto fosforescente...
Fosforescente de luz y pisadas.
Pisadas tuyas.
Tuyas y de nadie más.


Tengo tanto que contar.
Tanto que sentir.
Sentir que te siento...
Sentir que te entiendo...
Te entiendo sintiendo lo que dices.
Lo que dices abre cerraduras.
Cerraduras de ignorancia.


El sonido del aire es tuyo.
Tuyo como la ceguera es al Sol.
Ese Sol capaz de dártelo todo y
capaz de quitarte todo...
Como tú.
Como tú cuando no apareces.