27 mayo, 2010

Vértigo



Me da vértigo ser uno más. Y tú...tan lejos.

Abro la puerta y reconozco lo que veo,
con sólo cruzarla...
Un lugar con un eco profundo,
un reflejo de lo más turbio,
un paisaje desgraciado y enfangado.

Y tú...tan lejos de la puerta...

Abro la ventana y entiendo lo que veo,
sólo con mirar...
Toda clase de peregrinos corren,
el humo nubla las nubes que tapan el sol,
y a lo lejos, un río que desemboca en el mar...

Y tú, tan lejos de la ventana...

Cierro la puerta y la ventana, con sutileza.
Me da vértigo. Me da pánico.




Pasado un tiempo, las vuelvo a abrir, de par en par.
Y tú, ya tan lejos...

Y yo, allí, tan cerca.
Tan cerca de la puerta.
Tan cerca de la ventana.
Tan cerca del río.
Tan cerca de todo...

A veces me pregunto...
¿qué siente estando tan lejos de todo?
Me da vértido ser uno más.
Me da vértigo no ser mi propia realidad,
mientras tú estás tan lejos, y yo...tan cerca.

19 mayo, 2010

Me lo tendré que ganar



Esta sociedad dejó de ser valiente.
Ya todo es preparado. Nada es improvisado.

Lo dejó de ser hace mucho tiempo.
Y yo formo parte de ella...

Ahora para todo hace falta dinero,
ese dinero que es el amor del mundo.
Ya no existe el amor no material,
no se va a ningún lado con él.
Yo me resisto y no quiero...

Vivimos cegados. Vivimos amordazados. Vivimos sordos.
Yo quiero ver, quiero escaparme lejos...

Vivimos siempre en la teoría escrita,
cuando hay que vivir en la práctica
oída, vista, olida, saboreada o tocada...

Yo me resisto y no quiero...no quiero depender de nada.
Sólo del buen hacer.

Esta sociedad va en un vagón con un destino.
Ese vagón que huele a miseria. Chirría.
Ese vagón en el que tienes que llevar billete, ¿por qué?
Yo me resisto y no quiero montarme en ese vagón por siempre.
Prefiero saltar, aunque me haga daño...

Esta sociedad dejó de ser curiosa.
Y a veces me contagia...
Formo parte de ella, pero me resisto.
Necesito más. Necesito otra cosa.

Me lo tendré que ganar...
y 'alguien' me dirá que he ganado.