10 abril, 2013

Primavera

En la vigilia del sueño me enzarcé con la espesura de su pelo,
que me atrapó y cegó en su oscuridad,
agitándome de tal forma que el sueño fue vigilia
y al abrir los ojos sólo pude ver una inapelable niebla
que me impidió la claridad de ver más allá del sueño...
Y me volví a enganchar en su pelo,
hasta el amanecer de su luz, 
el calor de sus ojos, 
lo húmedo de su boca...
que hicieron que todo se convirtiera, 
otro año más, en primavera.


No hay comentarios:

Publicar un comentario