J.G.D.
11 noviembre, 2013
Miro la sombra
Miro la sombra cansada de una sombra,
que intenta alcanzarla para ser más,
dejar de ser, al fin, penumbra oscura
y ser, al menos, luz de un cuerpo estéril;
quizás sólo quiera ser el murmullo del gentío
o convertirse en recuerdo de un cualquiera.
Porque la noche, al olvidar,
no recuerda quién pasó por ella,
ni quién la miraba con ojos entristecidos,
o de enamorado.
Que la noche, cazadora de sombras y sueños,
jamás se acordará de mí,
ni de ti,
ni sabrá, jamás, que existimos.
Para ella sólo seremos
sombras de sombras pasadas.
que intenta alcanzarla para ser más,
dejar de ser, al fin, penumbra oscura
y ser, al menos, luz de un cuerpo estéril;
quizás sólo quiera ser el murmullo del gentío
o convertirse en recuerdo de un cualquiera.
Porque la noche, al olvidar,
no recuerda quién pasó por ella,
ni quién la miraba con ojos entristecidos,
o de enamorado.
Que la noche, cazadora de sombras y sueños,
jamás se acordará de mí,
ni de ti,
ni sabrá, jamás, que existimos.
Para ella sólo seremos
sombras de sombras pasadas.
J.G.D.
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