Vengo de un mundo herido,
gastado por el derroche sin fundamento,
donde el desconfiar era sobrevivir
y huir era vivir un día más.
De tanto correr te alcancé…
y decidí parar para verte.
Paré y observé despacio.
No eras algo igual a lo demás,
tenías encantados a mis ojos,
tenías espinas para mis manos.
Espinas curativas, espinas ya caídas…
Qué puedo decir.
Tu luz me cegaba, era blanca.
Te quise oler y lo conseguí,
perfume de distancia y cercanía.
Eras una flor en verano, con espinas.
Eres una flor en Diciembre, sin espinas.
Flor perenne de color blanco,
que se abre de día,
y sigue abierta de noche.
Gracias.
gastado por el derroche sin fundamento,
donde el desconfiar era sobrevivir
y huir era vivir un día más.
De tanto correr te alcancé…
y decidí parar para verte.
Paré y observé despacio.
No eras algo igual a lo demás,
tenías encantados a mis ojos,
tenías espinas para mis manos.
Espinas curativas, espinas ya caídas…
Qué puedo decir.
Tu luz me cegaba, era blanca.
Te quise oler y lo conseguí,
perfume de distancia y cercanía.
Eras una flor en verano, con espinas.
Eres una flor en Diciembre, sin espinas.
Flor perenne de color blanco,
que se abre de día,
y sigue abierta de noche.
Gracias.
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