02 julio, 2007

Vida


Moría por despertarme
con tus besos que no conocía.
Moría por ver
a la niña bronceada de sal que conocía en sueños.
Moría por tocar
su piel mimbre y su pelo azabache.
Moría por darte algo mío...
pero me despertaba y sólo te encontraba en sueños.


Muero por tu boca de princesa,
muero por tu sal,
muero por tu mar
del que sólo conozco orilla y olas,
muero por tu cercanía,
por tu mirada y por tus besos de fresa...


Muero por vivirte,
vivo para que mueras por mí...


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